Don Magdaleno Martínez Ponce, nació el 9 de Agosto de 1929, en el poblado de Sapioriz, El poblado de Sapioriz se funda, según don Magdaleno: de acuerdo con la plática de un maestro que se llamaba Jesús García Muñoz, muy conocido en Cd. Lerdo. Dgo., ese señor le explico en 1952, que la fundación de Sapioriz, eran tres majadas, que significan tres gentes que tenían animales, los cuales venían del poblado de la Loma, que está a 5 o 6 kilómetros de distancia, estaban cuidando los animales porque no babia gente. Aquí era pasada de los indios que venían de Velardeña, todavía no había fundición allá y traían sus morrales de piedra, los indígenas en ese trayecto hacían posada con los señores pastores descansando esa noche, después al siguiente día salían rumbo a Mapimí para que les fundieran sus piedritas o se las compraran, de regreso volvían hacer posada aquí mismo y otro día salir para Velardeña.
Con el tiempo con más vueltas frecuentes que dieron, murió un guerrero en ese aposento llamado las tres majadas, indígena natural de los meros mexicanos, que por mal nombre le decían “Pioriz”, ya después venían los señores guerreros, a ellos les preguntaban las gentes que trabajaban en la pequeña propiedad de los Señores Arriaga, contestándoles: que venía a Pioriz, y así fue como los indios le decían Pioriz, después le antepusieron las letras “Sa” formándose la palabra famosa e histórica de Sapioriz.
El maestro don Jesús decía, que para ese año o sea 1952, se cumplían cuatrocientos sesenta años de la fundación de Sapioriz, hace muchos años no aparecía en el plano de Durango, Sapioriz no existía en el mapa.
Cuando tuvo luz deconocimientos don Magdaleno, en este poblado de Sapioriz había de cuatro o cinco personas en cada casa, que pertenecían a la hacienda La Loma, que construyeron en aquel tiempo junto al cerro eran casas de adobes para los peones acasillados, las dividían en dos, y en medio un travesaño, una sala y una cocina, de esas construcciones de las cuadrillas ya no quedan nada de ruinas o vestigios, hace como unos 8 años que todavía existían, las tumbó la gente para quitarles las vigas, para construir otras casas en el mismo rancho con los techos de tableta y vigas de marca.
Eduardo Elizalde Fernández, nació el 11 de Mayo de 1910, Huichapa Linares del Río, Mpio. de Rodeo, Dgo., sus padres fueron Leonidez Elizalde Hernández y Otila Escobar, él tenía 8 o 9 años cuando la terminación de la revolución de Villa, muchas gentes buscaron lugares donde radicar en paz, conoció al General Michel, Coronel Eziquio Villa, Ramón García, los conoció porque ese era un pueblo de puros villistas, se vinieron por el sufrimiento porque su padre andaba en la bola, y su madre sufría mucho, aquí tenían sus familiares en Sapioriz.
En Sapioriz se han acabado las familias, Severiano Ponce, Antonio Moreno, de los viejos que conoció, don Blas Valles, Don Timoteo Torres, esto que se ve ahora no era Sapioriz, estaba más allá, cerca del cerro, les platico y no lo creen. No tuvo escuela, lo que supo, el solo se empeñó con las gentes que sabían, el primer promotor que vino a dar aquí era de Durango todavía vive,
Don Lauro Cuevas, se encuentra en Durango, el daba clases, lo crío desde niño un tío que era procurador del Estado.
La primera escuela la hicieron todo el pueblo, fue en una casa donde dieron clases, Don Margarito, era de Puebla, Gabriel Valles, Andrés Valles y Cruz Morales, anduvieron adelante, de niño usaba pantoloncito de pechero todavía a la edad 12 años, aquí en Sapioriz hay escuela primaria y telesecundaria. Hace 53 años que en la inauguración de la escuela primaria hubo 2 muertes, no eran de aquí, les ha gustado venirse a morir a este lugar. Cuando estaba chico vestía muy humilde, en ese entonces les daba pena. Una conocida de la misma edad estaba muchacha y fueron amigos a lo derecho, le gustaba también tomar, y cuando lo estaban haciendo, decía: cuando estábamos muy pobrecitos, bailaban ustedes con sus pantonloncitos remendados y nosotros con las falditas remendadas. Don Eduardo usaba huarachitos de tres agujeros de cuero de res, así se iba a tallar pita porque ya los patrones no daban trabajo, no más se dieron cuenta que Lázaro Cárdenas iba a repartir las tierras, ya no dieron trabajo, él todavía estaba chavo; pues a tallar pita, todos los días iba con su padrastro, la secaban y a venderla allí mismo en el rancho se tenía la compra.
El más rico en ese tiempo, era porque tenía un carro de 4 mulas, de cuatro ruedas, hasta seis mulas les pegaban, esto fue antes del reparto agrario. En ese tiempo, estaban humillados de los gachupines, en este lugar estaba Eusebio, el mero de la Hacienda se llamaba José Garde, él se portaba muy bien con los trabajadores, peón que se casaba le daba todo, pero se murió y vinieron los gachupines de atiro feroces, los trataban muy mal. Entonces vivían en una casita de prestado, porque si no hacía el peón lo que le mandaba el mayordomo, luego se la pedían, y dejas la casa, las casas estaban a faldas del cerro que está aquí cerca, eran dos cuadrillitas, en medio de ellas había un callejoncito por el medio, casas por un lado y otro, las que estaban por dentro tenían puerta, y las que estaban al lado del cerro su puerta para ese rumbo.
Los “Gachupines”, cuando llegaron eran muy ingratos, lo miraban a uno como animal, ellos eran todo, la autoridad; le mandaban decir al juez los sábados, no vayas a dar permiso de fiestas, porque tengo mucho trabajo, si era boda po’s no más no. Las jornadas de trabajo, no me lo va creer, ganaban cincuenta centavos, iban a rayar a la Loma el sábado para recibir $ 3.00 pesos, los regadores ganaban $ 0.75 centavos, casi por lo general todos los trabajadores del campo se levantaba a las 6 de la mañana, las jornada del día vencía a las 5 de la tarde.
Se alimentaban muy pobres, era pura necesidad, tenía un compadre que se llamaba José, menor que él, compadre; mire allá en los basureros donde andan tirando la basura, hay unos pantalones mejores que los que traíamos antes. Si comía frijoles, que barbaridad, era de cuenta que comía carne, dice la señora esposa de don Eduardo: nos daban todo limitadito, él se iba tallar pita y se venía del cerro ya en la tarde lo estaban esperando a ver por dónde venía con su manojito de pita, con sus tres chamacos se iban a encontrarlo, ahí bajaba el manojito de pita y lo tendíamos hacíamos una hilerita, luego la iban extendiendo sus hijos, en eso iban volteando la siguiente, para que se secara, estando seca la pita, la amarraban y derechito a la tienda, hasta entonces comían y almorzaban.
Les pagaban según los kilitos que eran, con $ 7.00 o $ 8.00 pesos compraban lo que alcanzaban. Compraba medio kilo de frijol, los ponía a cocer, además también cocía maíz para revolverlo como pozole en aquel medio kilo de frijol, era lo que les daba, se tomaban el café que endulzaban con dulces, en vez de azúcar, porque no les vendían; todavía queda la costumbre de decir toma tu “Rancho”. En la tienda les vendían un kilo y medio de maíz y otro tanto de sorgo, para revolverle al maíz, cuando hacíamos las tortillas nos salían color de rosa, de esas poquitas tortillas les daba dos a cada uno de mis hijos, le quedaban poquitas, mismas que las andaba colgando donde no las alcanzaran hasta que se llegara la hora de cenar.
El pueblo de Sapioriz en ese tiempo era muy chico, pertenecían a la Hacienda de La Loma, El señor Eduardo Elizalde Fernández tenía 25 años cuando le dieron su parcela él es Primordial, únicamente quedan sobrevivientes como tres personas más. Cuando se repartieron las tierras comenzamos con el Ejido La Loma, hace varios años nos dividimos. Un procurador del Gobierno era tío de su compadre, le mando decir que se dividieran del “Líder” llamado Gonzalo Molina, y como toda la gente estaba de a tiro, ese señor los engaño y los dejo con dos hectáreas, este se
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vendió con el mero Patrón, como el Lic. sabía cómo estaban las cosas, diciéndoles que ya no había ampliación que ya se había vendido con el señor José Cueto. La esposa de Don EduardoElizalde Fernández, manifestó que todo esto fue en el poblado Sapioriz, fueron de los primeros que vivieron por la orilla.
Don Eduardo Elizalde Fernández,desde muy chico le entro por ser intérprete de las famosas canciones populares de más antes, desde sus años mozos, tiene un libro donde las tiene todasapuntadas, se las sabe de memoria; su papá era cantador, amenizaba fiestas donde la bebida fue puro vino, la cerveza ni se conocía. Después lo invitaron a formar un grupo de la CanciónCardenche, la cual se canta a capela, sin música, varias voces, y anduvieron haciendo presentaciones en muchos lugares de la Región Lagunera y del País. De las crecientes que han sucedido recuerda la que se metió el agua por los Ángeles, en ese lugar había un zanjonote del cerrito, ahí por donde va la carretera a este lado era un zanjón por donde paso el río, cuando la creciente, la más grande fue en 1917, y la otra fue en 1954, decían los aforadores que había sido más agua que las del 17, nada más que el rio estaba más amplio, porque antes eran puras vegas cerradas de jara, todo desapareció, en 1917, decían que el agua salían por el ranchito las Delicias.
Por estos lugares según platicas de los señores de antes, las sierras cercanas son muy conocidas por todos, sin embargo en aquel entonces era un sufrimiento, porque no hallaban pita que tallar, los gachupines no los dejaban trabajar siquiera en la pita. Hubo venados, tejón, coyote, y en la del Rosario,existía el jabalí, pero ya se acabó.
Don Magdaleno Martínez Ponce, nació el 9 de Agosto de 1929, en el poblado de Sapioriz, sus padres fueron Juan Martínez Estrada y Ma. Dolores Ponce Jiménez, con edad de 67 años, fue a dos años de primaria en la escuela del lugar, utilizaban el lápiz y el cuaderno, y plumas de mango de madera, vestían pantalón de pechera, huarache de cuero de res, sus padres se los hacían, después de grande, el mismo los fabricaba. En la primera escuela la estuvo un profesor que se llamaba Juan Bravo Cuevas, encargado de la educación. Don Magdaleno tenía como 8 años de edad cuando fue alumno, de los primeros.
Cuando se inauguró la escuela vino una señora maestra Ramona y otro que se llamaba Jesús Robledo, después la maestra Josefina, muy mentada en Lerdo, fue cuando se hizo la escuela donde está ahora en el año 1944, fue cuando hubo las dos muertes. Actualmente existe un Kínder y una primaria e imparten secundaria para adultos.
Cuando tenía 18 años, no había otra distracción que los trabajos de la tierra, además se iban a la pita, en este oficio se arrancaba primero la lechuguilla, hay una hierba casi igual que el maguey pero tiene una hoja más angosta, a la planta la despencan, hacen los montones y se ponían a tallar, se acababa y luego se hacía otro montón, se tallan dos, tres o cinco kilos de pita en un día. La utilizaban unos señores de allí del rancho, se las vendían y confeccionaban una manta que les encargaban los vecinos, riendillas, mecates para apersogar a los animales, y algunos otros productos que las gentes les pedían, otros la llevaban a San Jacinto o Villa Juárez a vender cada ocho días, Los siete u ocho kilos, se les pagaban a 5 centavos el kilo en ese entonces.
Aquí no había diversión, lo único que hacían ir al río a pescar, y se traían carne para el caldito, unos a cuerear o pescar con redes, antes había una cría de matalotes que medían casi medio metro, pesaban de 5 a 6 kilos, los fisgaba con una varilla la cual le sacaban punta y luego le tableaba uno y le sacaba un ganchito, y le hacía un agujerito con alguna cosa, y le ponían un clavito, pero con una cartera, para que al entrar se bajaba y al salir se levantaba ya no se soltaban, era la forma de un anzuelo. Esa era una diversión cuando no tenía que hacer, se traía algo para la familia.
Cambiaron las cosas, varios años no se daba cuenta no sabía si llovía o no llovía, un tío de él tenía crédito con un señor que se llamaba Aniceto González, verdulero y tomatero de la alianza, les daba todo el año 50 o 60 pesos que eran lo que hacían de gasto para el mandado, o cuando no teníamos frijol o maíz él les traía, fue como en 1954 al 62, no les faltaba que comer, frijolito, papitas, sopa o a veces carnita; no tenía luz eléctrica se aluzaban con aparatos, el agua potable,
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ellos tomaban agua del río, aquí en la acequia cuando se quita el agua para limpiar el canal, todo el año tiene agua, esta como a 600 metros de aquí, no había noria como en otros lugares, en la acequia se bañaban y lavaban.
Mas antes molían las mujeres el maíz para elaborar las tortillas, molían a mano, o en un molinito a mano, y echar tortillas a mano; después hubo un molino que era del señor Matías Flores, más antes era de una mula, la pegaban a un palo y daba vueltas, yvueltas; haga de cuenta que andaba empacando, estaban los engranesdando vueltas y estaban moliéndoseel nixtamal, era una piedra redonda que la ponían abajo y ahí se molía, pero luego llego don Matías Flores con su molino, y otro de MargaroPuente, que después vendió,posteriormente entro el molinoeléctrico.
Después de estudiar se dedicó a la agricultura, le gustaba mucho sembrarmaíz y frijol, surcos de chile y matas de tomate. Sembraba el frijol en marzoy enjulio sembraba el maíz, a los 18 años se inició en la agricultura antes de eso cuidaba las vacas y las chivas de su abuelito Diego, con los cuales se hacían quesos y bollos; la mayoría los vendían en el rancho y otra parte se comían en la casa.
Los trabajos de la agricultura empiezan por la tierra, se prepara para la siembra, primero hayque arropar, se mete una rastra de discos, para que se desmorone un poquito. Antes no había tractores, se sembraba con arado de tracción de mula, desde que entraba el agua era una palear ygolpear los bordos por los terrones que quedaban, era un trabajar bárbaro. Cuando se empezaron a entrar los primeros tractores, se arropa la tierra, se metía rastra de discos o un implemento que se llamaba cuchara o freno para que emparejara las tendidas y luego el bordeo, se riega y se espera que la tierra este venida para meter la arrastra de discos y luego a sembrar.
El ejido Sapioriz le dotaron sus tierras en el año de 1942, el antecedede este hecho, es que todos los ejidatarios de este poblado pertenecían al ejido la Loma, eran 30 compañeros de Sapioriz, y 35 del poblado La Loma, y la parcela escolar, en ese reparto a varios ejidatarios de Sapioriz yen la Loma algunos les dotaron 1.75 y otros 2.00 hectáreas pasaditas. Y hay tres gentes de la Loma que eran los que averiguaban más, a esos la asamblea acordó de que se les dieran de 4 hectáreas, que fue la que era don Pancho Vargas y Gonzalo Molina que ya murió, el ejido recogió las tierras y puso campos deportivos para la secundaria que hay en la Loma.
Las tierras de Sapioriz pertenecían a la ex hacienda de La Loma de Don José Garde y Anselmo A. Necochea eran los patrones, se hizo un comité de Sapioriz y La Loma, en realidad la dotación original era para 65 ejidatarios, 30 de Sapioriz y 35 de la Loma. El ejido de La Loma se separa el día 4 de Marzo de 1942, fue cuando salió la resolución del Presidente de la República, en el acta de posición y deslinde de aquí de Sapioriz, de dicha división se habla de 30 ejidatarios, pero no se daba cuenta quienes eran, entonces hay 47 que legalmente estaban reconocidos por la investigaciones de usufructo parcelario, de ahí salió la representación de cada uno de las personas, pero originalmente venía de 4.00 hectáreas a los 30 de Sapioriz y los 35 de la Loma. Por que les toco 180 hectáreas de riego para la Loma y 120 para el ejido Sapioriz y de agostadero tienen 2,871 hectáreas, y 28.40 hectáreas del poblado.
El primer comisariado fue Abundio Pérez, según el acta de posición y deslinde definitiva de Sapioriz, y según el plano en 1935 La Loma fue dotada de terreno ejidal. Aquí en el Ejido Sapioriz se sembraron algunos años algodón, pero vieron que no costeaba por los gastos, los últimos años los que sembraron alcanzaron cualquier cosa, es más redituable la siembra del frijol y maíz, y unas matitas de chile o ejote.
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Cuando cosechaban frijol, que lo sembraban con mula, la siembra necesitaba que el sembrador fuera con la mano lista y el puño, ir mateando las semillas del frijol, lo más que se siembra en una tendida son de 6 surcos de 335 metros de largo, los cuales dan un rendimiento de 18 costalitos de 45 kilos cada uno. Se levantaba una tonelada o dos, según el tratamiento en el mantenimiento o técnica que se aplique, porque el que trabaja levanta y el que no, levanta nada, había cristianos que sembraban el maíz que decían: bueno si quiere nacer que nazca o echaban una grandota, en vez lugar de decir “Dios me ha de ayudar”, o “ya está sembrado esperamos en Dios que nazca” después a liriarlo y a limpiarlo.
En algunas parcelas crecía más el zacate jhonson, motivo por el cual a la planta de maíz le quitaba toda la vitalidad que necesitaba, es por eso que se daba un molonquito de maíz muy chiquito, a los demás ejidatario les daba envidia porque no resultaba la cosecha con éxito, sin embargo aquel ejidatarios lo azadonaba, lo escarbaba en seco y luego en mojado, estando la planta de maíz cuando menos de un metro con el riego, al maíz se le daba otra aflojada, y se desarrollaba mucho la mazorca, la mata igual. El maíz forrajero no se sembraba, tiene como seis años que se hace eso, cada quien en su parcelita, el que tiene vacas. Operan la inversión para los cultivos en forma particular, cuando sembraban algodón les daban crédito en Banrural.
Los personajes de Sapioriz. Hubo un general antes del reparto de tierras, que se llamaba Ceferino Moreno el papá era Gabriel Moreno y la mamá Cruz Ponce, él se dio de alta en Cuencamé con Calixto Contreras, y un Julián Soto que fue Coronel en la Revolución, a este último lo sorprendieron unos individuos, desgraciadamente se puso y presto los zapatos a estos sujetos cuando estaba seria la cosa, resulto ser que a esas personas que les facilito las botas uno de ellos era un bandolero, que fueron a robar la Hacienda de La Loma, y por la huella lo vinieron siguiendo y dijeron los de la autoridad que Julián había sido el autor del robo, por los zapatos, vino la Acordada de Lerdo, se lo cargo y ahí lo mataron, en La Loma existe un hijo que se llama Jesús Olvera, será por la mamá, sería hijo fuera de matrimonio. Aquí, existía un señor llamado Pablo Moreno ese si era hijo de Ceferino, murió, quedan unos familiares que son de la casa ce Ceferino Moreno.
San Juan de Casta 400 años
LERDO 104 AÑOS DE ESPERANZA
José Jesús Vargas Garza
Primera edición, Tomo II- 1867-1967